Wednesday, September 29, 2010

Quotes

Usaría esta cita para fomentar la lectura si fuera bibliotecaria de una universidad.

We have to make books cool again...

Friday, September 24, 2010

Los libros prohibidos

La censura es un error que se ha cometido en muchas bibliotecas a través de los años. Quizá la más conocida es el Index librorum prohibitorum et expurgatorum, difundido por la Iglesia Católica. También hay episodios lamentables como la quema de libros de autores judíos durante el regimen nazi en Alemania y otras regiones europeas. Qué decir del entierro y/o quema de libros durante las dictaduras en el cono sur, por parte de los propios dueños que evitaban mantener material comprometedor ante una eventual revisión de su casa o biblioteca.

En Farenheit 451°, Ray Bradbury nos presenta una novela en la que los bomberos incendian bibliotecas en vez de apagar fuegos. Tiempo después, esta misma novela fue censurada en Estados Unidos.

Parece ser que los libros censurados son moneda corriente en la sociedad. Saltando de tumblr en tumblr encontré el siguiente link en el que un joven pregunta si tendrá problemas por administrar una biblioteca ilegal en el locker de su escuela. El contenido son los libros que su escuela ha censurado.

Is it okay to run an illegal library from my locker at school?

A mi parecer, la censura de libros suele ser contraproducente. Más allá de apagar los deseos de leer, los encandila. Un libro censurado se vuelve atractivo. La transgresión invita a leer.

Tuesday, September 21, 2010

Comer en la biblioteca

Son abundantes las quejas en torno a la prohibición de consumir alimentos o bebidas dentro de las bibliotecas. Las razones de esta prohibición son, desde mi punto de vista, evidentes y razonables. Los libros son objetos delicados, propensos a quedar inservibles si se manchan de agua o grasa, peor aún si encontramos entre sus páginas rastros de migajas o alimentos aplastados entre ellas. La prohibición es la manera de anticiparse a un descuido, un accidente, finalmente, a una pérdida irreparable de un libro.

Hace unos diez minutos hice un coraje tremendo por descubrir a un alumno comiendo un sandwhich dentro de la biblioteca. No es la primera vez que lo descubro comiendo algo y, a su vez, le he llamado la atención. Probablemente este sensible a las faltas de respeto y las intenciones de pasarse de listo y por eso esta vez me he cabreado intensamente. Desde que ingreso a la biblioteca alcancé a ver su sandwich pero cometí el error de dejarlo pasar pensando que no se atrevería a comerlo. Unos minutos más tarde lo caché dando tremenda mordida al sandwich, le llame por su nombre y me ignoró, cosa que me sulfuró aún más. La furia fue mi impulso al levantarme y gritarle por su nombre y pedirle que dejara de comer a lo que agregue "que mala onda, te pasas de listo" y me pareció que sonó a drama adolescente. El alumno en cuestión todavía se atrevió a indignarse y excusarse diciendo "perdón, se me olvido" y puso mala cara. Lo obligue a dejar su comida en un recipiente aunque debí obligarlo a tirarlo a la basura pero eso sería un desperdicio.

Tengo pensado que cuando este por salir, tendré que pedirle que nunca más se atreva a ingresar a la biblioteca con cualquier tipo de alimento. Agregaré que no puedo confiar en él.

Así, me parece que la prohibición debe mantenerse, en primer lugar porque evitamos incidentes y en segundo lugar, evitamos que los alumnos se pasen de listos y provoquen accidentes.

Monday, September 20, 2010

Lidiar con nativos digitales

Estar sentada detrás del mostrador de la biblioteca escolar es casi como ser la ventana de un navegador con el google cargado. Los alumnos llegan y te preguntan cosas como: "¿cuáles fueron las causas para explorar nuevas rutas comerciales?", "¿qué es el magnetismo?", "¿qué es la célula?". También pueden llegar y pedirte un libro que hable de la economía de la India en la antigüedad, que hable de los viajes de Cristobal Colón, que hable de los falsos mesías y de paso tenga la biografía de estos. En fin, los chicos arman sus frases con "palabras clave" que esperan encontrar en negritas dentro de las páginas de los libros. Lo siento chicos, lso libros no funcionan así.

Parece ser que los nativos digitales han crecido y aprendido bajo la ley del mínimos esfuerzo. Entregarles el tomo de alguna enciclopedia y hacerles buscar el tema es una osadía. Los chicos renuncian diciendo "no viene la información" cuando en realidad les da flojera leer o, lo que es peor, no saben investigar.

Francamente, es un poco irritante recibir preguntas tipo Yahoo! answers y que los chicos no distingan los modos de búsqueda en internet y en los libros. Los chicos que hoy estudian la secundaria no saben utilizar los indices ni realizar búsquedas en enciclopedias. Me gustaría saber quién es el responsable de haber llegado a este fracaso académico.